Se suponía que era una historia secreta, pero nada es secreto para quien conozca el Códice; y ellas lo conocían, de ahí esa abundancia que las caracterizaba, hijas del placer. Fue leyendo ese fragmento que el Bibliotecario comprendió la animadversión histórica, no era política; era la receta del filete Vindobona, eso es lo que se ocultaba tras las trifulcas entre la soberana de Nuevo Songo e Isabelita la verdadera inglesa. Tampoco era para menos, se decía que las propiedades de aquel plato bien merecían una guerra global; podía imaginarse —él se imaginaba— aquella salsa de pulpa de granadas con semillas, en puro Jerez de la Frontera, y entonces comprendía al mito de los filtros mágicos. El filete podía ser, además, lo mismo Lomo de cerdo que cualquier corte vacuno con tal de que fuera tierno; tenía el secreto francés —las carnes se hacen sólo con sal y pimienta, el resto es salsa—, y justo antes de bajar del fuego se le añadían fresas en corte juliana.
La receta no se llamaba originalmente Vindobona, sino que simplemente se trataba de otro experimento culinario del Manierista; pero el olor de la carne cuando recibía aquel baño milagroso llegó al salón de la taberna, donde las abundosas lo olfatearon... y se armó, claro. Isabelita y Leididí se halaron de las tiaras tratando de entrar en la cocina, y las otras abundosas se arremolinaron tras ellas; sólo la sabiduría del Códice pudo iluminar al Manierista con una decisión salomónica en el último minuto, que calmó los ánimos aunque no los deseos, permeándolo todo de resentimiento. La solución fue ofrecer el filete a la duquesa de Vindobona, en gesto que la Usnavi agradeció; como el Ducado estaba en los predios de Nuevo Songo, ella podría probar el plato y escamotearlo a Isabelita, a la vez que lo declaraba exclusivo para la nobleza novosongolesa, por más que otras abundantes chillaran que les pertenecía enloquecidas por el colesterol.
Pero ¿cuál es la receta? ¿O el Investigador tendrá que emprender otra carrera para dar con ella?
ReplyDeleteYa se está acercando el Grand Finale de El Códice Thamacun: el momento en que se revelará el Misterio. ¡Enciendan sus candiles como las esposas evangélicas!
ReplyDeleteLa receta es secreta, son alquimias que crea el Manierista encerrado en una mazmorra de Nuevo Songo, donde lo tiene secuestrado Leididí Usnavi desde aquel incidente en la taberna. El Manierista sólo puede cocinar para ella, de ahí esa abundancia perfecta con que la reina alimenta al islote.
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