Sunday, August 22, 2010

El Bibliotecario XI


Versus Necius

El Bibliotecario se complicaba en cábalas, pero eso era inevitable, estaba en su naturaleza; él era consciente de ser una persona compleja, y lo que es peor, le gustaba serlo hasta el punto de la casi fascinación. De ahí que eventualmente se diera a encarnar personajes que le hubieran impresionado mucho en sus lecturas, una suerte de médium que comercia con fantasmas; como en este caso, en que fascinado con el Ignatius de La conjura de los necios sentenciaba que los problemas del mundo se debían a que no aplicaban la matemática y la teología. Era natural, la matemática como el misterioso número Fi que da la estructura de las cosas; la teología como la indeterminación Pi, el espíritu que guiaba y daba sentido a aquella estructura, conduciéndola a una apoteosis; y si se lograba establecer la relación entre ambas constantes, que podía ser el otro irracional E, entonces todo se aclararía. Sólo que eso no había ocurrido aún, y la vida seguía siendo misteriosa, problemática, sobre todo incomprensible; por eso había tipos como él, que se aplicaban en extrañas cábalas de dudosa utilidad más allá de su belleza. Pero la Belleza, como verdadera y necesaria [Fi], era la máxima aproximación [Pi] posible a la verdad [E]; que era por lo que todo se reducía a la Mecánica, que algunos conocían como Dialéctica.

Ese era el caso del misterio de Thamacún —pensaba el Bibliotecario—, que funcionaba como un reflejo de lo real y lograba descifrarlo; donde todo encajaba, desde la maternidad iniciática [sexual] de la reina Leididí, como la Vida misma obsesionando al Manierista con su trascendencia. Bien, Leididí estaba bien, como casi todos los otros, fungían en su calidad simbólica; ¿pero y el Duque, que a su sobrenombre de el Digno sobreponía aún el de el Parsimonioso?. Grandes misterios, más atractivos para la mente del Bibliotecario que las pretensiones de un Obispo cismático; el separatismo de Vindobona no encontraba espacio en su mente por ahora, tendría que esperar a que desentrañara aquella otra incógnita que era el Duque de Vindobona.

2 comments:

  1. Se superponen los misterios. Espero que logremos sobreponernos a ellos.

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  2. Esperamos ansiosamente saber cuál ese ese secreto del Duque de Vindobona. Por ahí se rumorea que él y Armienne son la misma persona (sobre todo los sábados en la noche). Nunca se les ha visto juntos bajo el mismo techo.

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